La fragmentacion del sueño altera la estructura cerebral, sobre todo en mujeres
Un estudio liderado por el Barcelonaßeta Brain Research Center (BBRC), centro de investigacion de la Fundacion Pasqual Maragall, ha revelado que la fragmentacion del sueño altera la estructura cerebral, sobre todo en las mujeres, ya que dormir mal daña al cerebro antes de que aparezcan los primeros sintomas de alzheimer.
Segun informo el centro de investigacion, este estudio del proyecto Alfasleep, liderado por el BBRC en colaboracion con la Fundacion “la Caixa”, revela que tener un sueño de poca calidad, con mayor fragmentacion, se asocia con cambios estructurales del cerebro en regiones vulnerables a la enfermedad de Alzheimer, en personas sin deterioro cognitivo e independientemente de la presencia de esta patologia.
La investigacion, publicada en la revista ‘Alzheimer’s & Dementia’, realizo una monitorizacion del sueño y evaluaciones cerebrales multimodales, incluyendo biomarcadores de liquido cefalorraquideo (LCR) e imagenes de resonancia magnetica.
El estudio fue dirigido por los doctores Laura Stankeviciute, primera autora de la investigacion y Oriol Grau, lider del Grupo de Investigacion Clinica y en Factores de Riesgo por Enfermedades Neurodegenerativas del BBRC. Los hallazgos refuerzan la evidencia creciente de que la falta de sueño puede comprometer la estructura cerebral independientemente de la patologia clasica de la enfermedad de Alzheimer, y las mujeres muestran una mayor susceptibilidad a estos efectos.
Sueño y envejecimiento
De hecho, explico el doctor Oriol Grau, “los trastornos del sueño son una caracteristica comun del envejecimiento y son aun mas pronunciados en personas con enfermedad de Alzheimer. Los resultados de este estudio no solo apoyan descubrimientos previos, sino que tambien revelan un patron particularmente destacable: hemos observado cambios medibles en la estructura cerebral que se producen independientemente de los biomarcadores clasicos del Alzheimer“.
“Esto sugiere que la fragmentacion del sueño puede contribuir a alteraciones cerebrales relacionadas con la enfermedad a traves de vias que no se explican unicamente por la patologia establecida”, añadio.
El estudio incluyo a 171 adultos cognitivamente sanos, la mayoria con un mayor riesgo de sufrir alzheimer, de la cohorte ALFA+, que forma parte del estudio ALFA del BBRC, impulsado por la Fundacion “la Caixa”. A diferencia de estudios anteriores que se basaban en informes subjetivos, esta investigacion utilizo el actigrafo, un dispositivo no invasivo que rastrea los patrones de sueño en su entorno habitual durante periodos de hasta dos semanas, proporcionando una evaluacion mas precisa.
Resonancia magnetica
Los participantes tambien fueron evaluados con resonancia magnetica cerebral y analisis de liquido cefalorraquideo para medir las proteinas amiloide y tau, principales biomarcadores de la enfermedad de Alzheimer.
Mediante la actigrafia, los investigadores descubrieron que una menor eficiencia del sueño y una mayor fragmentacion se asociaban con un grosor cortical reducido al lobulo temporal medial, entre otras areas que se suelen ver afectadas al principio de la enfermedad de Alzheimer.
Estos patrones fueron especialmente pronunciados en las mujeres, que, a pesar de dormir mas tiempo de media, mostraron un vinculo mas fuerte entre el sueño fragmentado y las regiones cerebrales mas delgadas.
Calidad del sueño deficiente
Este hallazgo se añade a un conjunto creciente de pruebas que sugieren que una calidad del sueño deficiente es un factor de riesgo modificable para los cambios cerebrales relacionados con el envejecimiento y la neurodegeneracion.
El estudio sugiere que monitorear y mejorar el sueño en la edad media y en la vejez podria ayudar a proteger el cerebro, incluso en individuos que aun no muestran signos de alzheimer. Los efectos mas fuertes observados en las mujeres destacan aun mas la necesidad de hacer investigacion especifica por sexo y estrategias de prevencion precoz.